Gabriel Cruz desapareció el pasado martes al mediodía en Las Hortichuelas, una pequeña barriada almeriense en la que su familia paterna tiene dos viviendas. El niño, de ocho años, salió de casa de su abuela en torno a las tres de la tarde para ir a jugar con su primo, pero su rastro se pierde en el sendero de 100 metros que separa ambos edificios. A punto de cumplirse 48 horas de la desaparición, su padre Ángel rastrea una vez más las inmediaciones de la barriada este jueves, momento que aprovecha para atender a El Confidencial.
"Su madre y yo nos separamos cuando Gabriel era pequeñito. Desde entonces siempre le he traído a casa de su abuela en Las Hortichuelas tanto para las vacaciones como para los fines de semana. Gabriel conoce muy bien esta zona", explica. De hecho, el padre del pequeño asegura que nunca ha temido que su hijo anduviera solo por la barriada, y es que se trata de un lugar en el que todos los vecinos se conocen: "En verano puede llegar a haber un par de cientos de personas porque aquí hay muchas segundas residencias, pero este fin de semana no creo que hubiese más de 20", comenta.
La Guardia Civil mantiene por el momento todas las líneas de investigación abiertas, pero la familia considera poco probable que el pequeño se haya perdido en la montaña. "Yo no soy ningún profesional en estos casos, pero no creo que se haya despistado y se haya ido por el campo. Gabriel siempre ha jugado por esta zona y nunca ha hecho algo así", asegura Ángel. De todos modos, el padre del pequeño no logra quitarse de la cabeza una frase que dijo Gabriel horas antes de desaparecer. "Mi hijo le contó a su primo que quería buscar palos y troncos para construir una cabaña. No creo que se desviara del camino, pero es una posibilidad...", reconoce con la voz entrecortada.
Mientras las fuerzas de seguridad intentan encontrar nuevas pistas, Ángel insiste en que darán 10.000 euros a quien proporcione cualquier información relevante para la búsqueda. "Al poco de desaparecer hablé con varios amigos y decidimos colgar un cartel diciendo esto. Su madre ha dicho que no es verdad porque no se lo había comentado, pero la recompensa está ahí: daremos el dinero a cualquiera que nos diga dónde está nuestro hijo", afirma.
Aunque por el momento no han recibido llamada alguna en este sentido, sí son muchas las personas que se han puesto en contacto con ellos para mostrarles su apoyo. "Nos ha llamado gente de todas partes de España que no nos conoce de nada porque yo creo que sienten que Gabriel podría ser su hijo", explica. Sin embargo, no todas las llamadas son para dar ánimos, ya que en las últimas horas varios videntes les han asegurado que saben dónde está el pequeño. "Cuando me llaman videntes y me dicen que han visto a Gabriel aquí o allí yo no puedo hacer nada más que ir a donde la Guardia Civil a contárselo. El valor que le den ellos a esta información es cosa suya, pero yo no puedo callármelo".
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