Un iPhone sobrevive a una caída de 2830 metros.
No es que sea un hecho común pero resulta que un hombre de negocios iba volando en su avión privado a 9300 pies de altura (unos 2830 metros) y accidentalmente dejó caer su iPhone 6. Cuando logró encontrarlo se quedó absorto, pues su smartphone no solo todavía funcionaba, sino que incluso la pantalla sobrevivió al impacto.
No es la primera vez que un terminal de Apple sobrevive a una situación extrema y absurda (ya hace un tiempo tuvieron un iPhone 6 Plus sumergido en el océano durante más de un mes y también sigue funcionando), y a pesar de que efectivamente los iPhone 6 y 6 Plus de Apple se doblan, parece ser que en lo relativo a combatir a los elementos de la naturaleza siempre salen bien parados.
Según explica Times Record News, un cambio de presión sucedido mientras esta persona iba en su avión a 2930 metros de altura provocó que el terminal “saltara” al vacío desde donde lo tenía ubicado (no especifican, pero lo más seguro es que lo llevara en el bolsillo). Lógicamente tampoco podemos saber de qué manera cayó, aunque sí que hay que decir que la zona en la que lo encontraron era de tierra blanda, lo que pudo ayudar a amortiguar levemente la caída.
No es la primera vez que un terminal de Apple sobrevive a una situación extrema y absurda (ya hace un tiempo tuvieron un iPhone 6 Plus sumergido en el océano durante más de un mes y también sigue funcionando), y a pesar de que efectivamente los iPhone 6 y 6 Plus de Apple se doblan, parece ser que en lo relativo a combatir a los elementos de la naturaleza siempre salen bien parados.
Según explica Times Record News, un cambio de presión sucedido mientras esta persona iba en su avión a 2930 metros de altura provocó que el terminal “saltara” al vacío desde donde lo tenía ubicado (no especifican, pero lo más seguro es que lo llevara en el bolsillo). Lógicamente tampoco podemos saber de qué manera cayó, aunque sí que hay que decir que la zona en la que lo encontraron era de tierra blanda, lo que pudo ayudar a amortiguar levemente la caída.
Una combinación de ciencia y casualidad.
Como siempre, la ciencia tiene la explicación, aunque en esta ocasión también tiene que ver bastante la casualidad. Cuando dejamos caer un objeto entra en acción la fuerza de la gravedad, que aplica una aceleración de unos 9.8 metros por segundo al objeto, por lo que cada vez cae más deprisa.
No obstante, entran en juego otros factores que afectan a la velocidad y en los que no vamos a entrar en detalles concretos, pero sí debéis de saber que el aire tiene un coeficiente de rozamiento que frena la caída del objeto. En el caso del iPhone que este hombre dejó caer desde tan alto, hubo bastante tiempo de “vuelo” y el resultado es que llega un momento en el que el coeficiente de rozamiento llegó al límite, es decir, que existe una velocidad máxima con la que el iPhone pudo caer. Por poneros un ejemplo fácil, cuando dejamos caer una pluma de ave podemos ver como incluso se balancea hasta tocar el suelo, aterrizando suavemente. Es un ejemplo exagerado pues lógicamente un iPhone pesa bastante más que una pluma, pero para que lo entendáis…
El resultado es que el terminal de Apple aterrizó, seguramente de casualidad, con la parte más dura que tiene: una esquina. De esta forma se quedaría clavado literalmente en la tierra blanda, haciendo que sobreviviera a la caída sin en el menor problema.
No obstante, entran en juego otros factores que afectan a la velocidad y en los que no vamos a entrar en detalles concretos, pero sí debéis de saber que el aire tiene un coeficiente de rozamiento que frena la caída del objeto. En el caso del iPhone que este hombre dejó caer desde tan alto, hubo bastante tiempo de “vuelo” y el resultado es que llega un momento en el que el coeficiente de rozamiento llegó al límite, es decir, que existe una velocidad máxima con la que el iPhone pudo caer. Por poneros un ejemplo fácil, cuando dejamos caer una pluma de ave podemos ver como incluso se balancea hasta tocar el suelo, aterrizando suavemente. Es un ejemplo exagerado pues lógicamente un iPhone pesa bastante más que una pluma, pero para que lo entendáis…
El resultado es que el terminal de Apple aterrizó, seguramente de casualidad, con la parte más dura que tiene: una esquina. De esta forma se quedaría clavado literalmente en la tierra blanda, haciendo que sobreviviera a la caída sin en el menor problema.
INFORMACIÓN PROPORCIONADA POR: https://laflecha.net/un-iphone-sobrevive-a-una-caida-de-2830-metros/
No hay comentarios:
Publicar un comentario